viernes, 29 de julio de 2016

Comentario al Evangelio de hoy viernes 29 de julio del 2016


Estimados hermanos y hermanas en Cristo: ¡Paz y bien!

Santa Marta se ha convertido en una santa todavía más popular de lo que ya era, gracias a la residencia abierta en tiempos de san Juan Pablo II en el territorio vaticano, y en la que, además, el Papa Francisco, renunciando a sus apartamentos en el Palacio vaticano, se ha establecido ahí para vivir menos aislado, más en comunidad. Santa Marta, que representa en los Evangelios la acogida amistosa de Cristo, parece simbolizar hoy en día una cierta renovación de la Iglesia, en la línea de una vida más simple y austera.

Todos conocemos la suave reconvención que Cristo dirigió a Marta cuando ésta exigía que su hermana María, embelesada por la Palabra del Maestro, le ayudara en sus tareas cotidianas. Y es que se puede acoger a Cristo materialmente (declarándose cristiano, frecuentando la Iglesia y trabajando con diligencia en ella), pero sin que eso suponga una actitud de verdadera escucha y acogida de su palabra, que significa acogerle con el corazón. Todos comprendemos que si alguien nos invita a su casa, y se pasa el tiempo haciendo cosas para que estemos a gusto, pero no nos dedica ni un minuto de tiempo, ni se sienta a conversar con nosotros, todas las otras ocupaciones resultan inútiles, incluso molestas. Acoger materialmente (declararse cristiano, frecuentar la Iglesia y trabajar en ella) es importante, pero para que todo eso dé frutos de verdadera vida cristiana es preciso saber pararse, perder el tiempo, orar, contemplar y escuchar la Palabra del que ha venido a nuestra casa a estar con nosotros.

Marta es hermana de María: la acción y la contemplación no son enemigas, sino hermanas de una misma familia, la que está basada en el amor de Dios, del que nos habla Juan en la primera lectura. Y aunque en ocasiones salten chispas entre ellas, Jesús nos enseña que hay que aprender a armonizarlas y establecer prioridades. Marta aprendió bien la lección. En el Evangelio de hoy es ella la que le dirige un suave reproche a Jesús. Es el que todos le hacemos a Dios cuando perdemos a un ser querido, sobre todo si creemos que todavía no había llegado su hora. El reproche de Marta está, sin embargo, impregnado de confianza. Y es en el precioso diálogo con Jesús donde comprendemos hasta qué punto Marta, sin dejar su talante activo (es ella la que se adelanta a acercarse a Jesús), ha aprendido la lección de la acogida con el corazón, que no es una acogida meramente sentimental, sino en fe. Marta confiesa que el amigo que les ama y al que aman es además el Mesías, que no sólo retrasa la muerte inevitable unos cuantos años, sino que la ha vencido definitivamente, porque Él mismo ha entregado su vida por amor para librarnos definitivamente del pecado y de la muerte.

Cordialmente,
José M. Vegas cmf
www.ciudadredonda.org

Lectura del Santo Evangelio para el día de hoy viernes 29 de julio del 2016


Juan 11:19-27

19 y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano.
20 Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa.
21 Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.
22 Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
23 Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.»
24 Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.»
25 Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá;
26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?»
27 Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.»

Salmo Responsorial para el día de hoy viernes 29 de julio del 2016


Salmo 33

R/. Bendigo al Señor en todo momento

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias. R/.

El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R/.

Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que le temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada. R/.

Primera Lectura para el día de hoy viernes 29 de julio del 2016



I Juan 4:7-16
7 Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
8 Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor.
9 En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él.
10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.
11 Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros.
12 A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.
13 En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.
14 Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo, como Salvador del mundo.
15 Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece em él y él en Dios.
16 Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él. Dios es Amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.

jueves, 28 de julio de 2016

Comentario al Evangelio de hoy jueves 28 de julio del 2016


Estimados hermanos y hermanas en Cristo: ¡Paz y bien!

La última de las parábolas de este capítulo 13 del Evangelio de Mateo destaca por su extrema sencillez. En ella descubrimos que Jesús, que es el rostro visible de la bondad incondicional del Padre, no cae por ello en eso que hoy se llama “buenismo”. Existe el bien y el mal, y existen los buenos y los malos, como en la pesca hay peces buenos y otros que no lo son (sea porque no son comestibles, sea porque, según las normas rituales judías, se consideran impuros). En el caso de los seres humanos esa bondad o maldad no viene marcada por la naturaleza, sino por la libertad. Por tanto, hay que entender la parábola de Jesús como una llamada a la responsabilidad. Aunque en la primera lectura se da a entender que Dios nos modela como el alfarero hace con la arcilla, y a veces le sale bien, a veces, mal, ese salir bien o mal depende, no de las manos del buen alfarero, sino de la calidad de la arcilla, y esa, depende a su vez, de las decisiones que libremente tomamos. Somos en cierto sentido como la arcilla, porque en cada uno de nosotros hay muchas posibilidades, y podemos convertirnos en una buena vasija, pero también en una defectuosa y mala. Pero no somos materia inerte, como la arcilla, sino que Dios nos conforma en diálogo: podemos dejarnos hacer por la gracia y el amor de Dios, o resistirnos, rechazar su mano amorosa, impidiendo que concluya en nosotros la obra buena iniciada con el don de la vida. Por eso dice el libro del Eclesiástico (15, 14) que “Dios hizo al hombre al principio y lo dejó en manos de su albedrío”.

Ahora bien, podemos preguntarnos: ¿en qué consiste en concreto el bien y el mal? O, dicho de otra manera, ¿qué tenemos que hacer y qué no nos conviene? Existen múltiples indicaciones en la Biblia (ahí están los mandamientos), y en la sabiduría secular de los pueblos y las culturas. Pero Jesús, tal vez para evitar el peligro del legalismo o del cumplimiento mecánico, concluye sus parábolas sobre el Reino haciendo un pequeño examen a los discípulos, que dicen haber entendido, y un resumen que es la invitación a una actitud sapiencial. No se trata de atenerse ciegamente a la tradición, pero tampoco de aceptar sin más cualquier novedad. Ni el tradicionalismo, ni el progresismo (por decirlo en términos actuales) son la solución. La verdadera actitud del sabio consiste en un espíritu de discernimiento, que conserva lo que se ha de conservar, el bien probado, y se abre a las novedades que aumentan el caudal de bondad. Y el criterio de discernimiento nos lo proporciona el mismo Jesús, su persona, su modo de actuar, su vida, y también su muerte. Cualquiera que esté familiarizado con Él lo descubrirá fácilmente (de ahí el “sí” de los discípulos). No es otro que el mandamiento del amor.

Cordialmente,

José M. Vegas cmf
www.ciudadredonda.org

Lectura del Santo Evangelio para el día de hoy jueves 28 de julio del 2016


Mateo 13:47-53
47 «También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases;
48 y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos.
49 Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos
50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
51 «¿Habéis entendido todo esto?» Dícenle: «Sí.»
52 Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.»
53 Y sucedió que, cuando acabó Jesús estas parábolas, partió de allí.

Salmo Responsorial para el día de hoy jueves 28 de julio del 2016


Sal 145

R/.
 Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob

Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista. R/.

No confiéis en los príncipes,
seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
ese día perecen sus planes. R/.

Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él. R/.